martes, 26 de mayo de 2015

A los que el MAS hizo huir para tapar sus delitos
Jacob Ostreicher, Marcelo Sosa, Elöd Tóásó, Mario Tadic. Martín Belaunde y el Tte. Clavijo.

MAS de una década en el poder le han permitido a Evo y su MAS íntimo entorno cometer los mayores crímenes, robos y montajes. Manipulando la vida de personas con extorsiones. Comprando conciencias con dinero y poder. Imponiendo el miedo con su barbarie y todo por su insaciable angurria de perpetuarse en el poder.

Ostreicher huye. Procesado por narcotráfico. Fue víctima del mayor robo gubernamental, cuya cifra supera los 40 millones de dólares. Arrebatándole sus tierras, maquinaria y arroz. Fueron descubiertos y al tener connotaciones internacionales los delitos y el ilegal remedo de juicio, el Gobierno terminó  metiendo preso a sus operadores, convirtiéndolos en sus chivos expiatorios.





Ostreicher, fue obligado a huir con ayuda de sus amigos, perdiendo todos sus bienes, pero salvando su vida. Los autores intelectuales del criminal robo, se volvieron MAS ricos y sus operadores (fiscales, jueces y abogados del Min. Gobierno) tuvieron que declararse culpables para salir libres, en un ilegal juicio abreviado.

Marcelo Sosa huye. El sicario judicial del caso terrorismo. Montaje del MAS para liquidar el proceso autonómico y destruir a sus verdaderos líderes. Durante un lustro, Sosa fungió de marioneta del Gobierno, todo a cambio de dinero y poder.




Sosa, cometió un centenar de delitos contra los DDHH de sus víctimas. A los que acusó por mandato del Gobierno impunemente. Fue descubierto en sus extorsiones y el Gobierno aprovechó para deshacerse de él. Lo obligaron a huir al Brasil, con la extorsión de meterlo preso, por si habla MAS de la cuenta. Usando hasta ahora sus infames e ilegales "imputaciones" en la parodia judicial. Siendo que hasta mismo Evo en su desesperación lo acusó de delincuente, las mantienen como "validas".  El proceso ha cumplido MAS de 6 años, violentando todas las leyes e imponiendo como verdades jurídicas los inhumanos delitos de Sosa.

Elöd Tóásó y Mario Tadic a huir. Miembros del grupo Rozsa,  inexplicablemente fueron detenidos con vida, en el sangriento operativo policial en el hotel Las Américas, donde fueron ejecutados los otros tres miembros, entre ellos Rózsa.   
Durante los últimos seis años, fueron recluidos en el penal San Pedro de la ciudad de La Paz. Siempre se declararon inocentes de las acusaciones del Gobierno, hasta que el Gobierno pactó con ellos.



Se declararon culpables en un juicio abreviado y fueron puestos en libertad. Después fueron obligados a huir, con el repetido argumento que sus vidas corrían peligro. Como los anteriores casos, todo parece que se huyeron. Lo que en realidad pasa, es que lo dejan escapar. Fin buscado e historia repetida.
La trama del caso terrorismo fue develado en su totalidad. El acusador del Gobierno, prófugo de la ley. Los sobrevivientes del grupo Rózsa, en su país. Los autores del triple crimen, condecorados por el Gobierno. Los autores del montaje, ejerciendo el poder hace MAS de una década; el Gobernador de Santa Cruz reeligiéndose igual que su socio Evo y un puñado de cruceños sometidos a la MAS vil humillación. Donde se violan a diario sus DDHH, en la MAS macabra injusticia.

Martín Belaunde huye. El ciudadano peruano de apellido Belaunde, acaba de hundir al exministro Moldiz, que incapaz de darse cuenta de la trama montada por los gobiernos de Morales y Humala, se ha convertido en principal chivo expiatorio.





Todos conocen que uno de los principales asesores de Evo es el peruano Walter Chávez. Acusado de terrorismo en su país, fue solicitado por el Gobierno de Alan García en todas sus formas. La respuesta de Evo siempre fue la misma, protección al terrorista.
Belaunde llegó a Bolivia porque ya había una conversación previa para viabilizar su asilo. Lo que no tuvieron en cuenta, fue la reacción de la opinión pública y su condena a la corrupción, que terminó por entorpecer un mero trámite de asilo.

En el Perú, Belaunde es sinónimo de corrupción y el gobierno de Humala no ha  podido separarlo de la gestión, más por el contrario una eventual extradición terminaría por hundir el débil gobierno.

Todo salió mal, Evo pasó a ser en el Perú un protector de terroristas y hoy de corruptos. Humala no puede permitir que su exasesor, que repartía los contratos millonarios, vuelva al Perú y cuente los detalles de toda esa corrupta trama.
Los ciudadanos más o menos informados, saben que Keiko Fujimori en un vertical ascenso en la encuesta y principal opositora de Humala, lo viene buscando por cielo y tierra. Belaunde es la gota que rebasaría el vaso de corrupción oficialista y el camino a la presidencia para Fujimori sería pan comido. 

Ante tan caótica situación política, Belaunde tenía que huir. Así, ni Evo sería culpable y Humala quedaría libre de cualquier sospecha de encubrimiento. Como siempre ha sucedido en estos casos, los policías bolivianos son los culpables y se sacrifica un ministro, que seguro el día de mañana será premiado con un nuevo cargo en el gobierno o en el extranjero.

Jorge Raúl Clavijo Ovando huye. MAS conocido por el Tte. Clavijo. Fue obligado huir del país, después de la contundente condena de la opinión pública nacional, ante el horrendo asesinato que cometió contra su esposa, la periodista Hanalí Huaycho.
Las cientos de puñaladas y la saña con que terminó con la vida de su esposa, puso en evidencia que la investigación del caso terrorismo por parte de la periodista y sus descubrimientos la llevaron a la muerte.





Todo coincide con la vuelta al Min. Gobierno del cerebro de la MAS asquerosa y cínica tramoya. Romero, no sólo operó la huida del ex fiscal Sosa, sino montó la MAS condenable "muerte" del Tte Clavijo. Utilizando los restos humanos, de una persona que tomó la fatal decisión de quitarse la vida en una cueva en los Yungas de La paz.
La desaparición de Clavijo era urgente e imprescindible para el Gobierno. Fundamentalmente porque era miembro de la desintegrada UTARC, grupo policial que ejecutó a las tres personas en el hotel Las Américas y condecorado por Evo. El Gobierno del Perú nunca hizo nada por investigar la presencia de Clavijo.
Esto demuestra que Romero hizo escapar a Sosa, desapareció a Clavijo y nadie lo echó. Por el contrario, llega a suplir a Moldiz que solo hizo a escapar a Belaunde y terminó de patitas en la calle.

El ciudadano boliviano que siga creyendo que estas personas huyeron del país por voluntad propia, no están mal informadas, sino que son miembros del MAS. En la política de Evo todo sirve, el delito el crimen y el montaje son parte del libreto para mantener el poder.


Sumado al aparato mediático que ha venido estructurando el MAS, con corrupción y narcotráfico. Los valores democráticos han sido asesinados y la Bolivia libre, es una quimera hoy. La indiferencia, el miedo y la complicidad son los ingredientes para seguir permitiendo que los que hoy despilfarran el presente y destruyen el futuro, sigan perpetuándose en el poder.