jueves, 15 de marzo de 2012

Hay tres clases de mentiras.

 Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y los D.S. de exportaciones agropecuarias.

¿Sera tanta la inocencia de los dirigentes agropecuarios? La publicación de los Decretos Supremos que permitirán las exportaciones de carne, arroz y maíz, les ha provocado una amnesia acerca del sufrimiento de los últimos 6 años de miles de productores, por todas las iniquidades que EVO MORALES y sus acólitos han causado, en la vida y la hacienda de los hombres del campo.
Los que hoy dirigen las instituciones agropecuarias del país, no son ajenos a lo que menciono, algunos de ellos han sido vilipendiados y acusados en lo menos, por las mismas autoridades que hoy expresan lisonjas frases en sendos discursos.
Como reiteraba un famoso escritor: “a la sustancia que es lo que importa”. EVO ha generado una sola política contra el agro, destruirlo a través de todos los medios que pueda. El primero fue el D.S. con que promulgó la continuidad de la eterna reforma agraria en la que hemos vivido los bolivianos, claro con MAS trampas y cambiando la filosofía de la ley INRA, que era solucionar los conflictos de titulación de la tierra, hoy volvía a ser un tema eminentemente político, no técnico, peor jurídico ¿Será este el verdadero motivo de los abrazos y besos? Veremos. Resoluciones biministeriales con las que crearon un nuevo régimen laboral para las personas que trabajan en el campo, de cumplimiento imposible, aportes a caja, a las AFP , nuevas formas de liquidación de los salarios y costumbres en las relaciones laborales transformada en sanciones que terminan en la confiscación de la tierra. Además de eso, obligaciones de cobertura de salud donde ni el Estado tiene una pequeña posta a miles de kilómetros, igual en la educación, donde exigen que el productor sea responsable de que los hijos del trabajador vayan a la escuela, pero el Estado no tiene escuelas y la mas próxima esta a otros miles de kilómetros. No son locuras, solo formas de  arrebatar la tierra, todo por hacer politiquería, generando falsas expectativas en otros confines de la Patria para ganar votos, que es el verdadero motivo de la macabra cruzada. Fue así como apareció el problema del Alto Parapetí, donde la misma resolución firmada por el Ministro Delgadillo, inventaba el tema de la supuesta esclavitud y el ex viceministro Almaraz ejecutaba con toda impunidad. Tamaña mentira, provocando muertos, heridos y perseguidos, pero eso no termina ahí, continúa un rosario de abusos físicos, la destrucción de la infraestructura de los que osaron rechazar el abuso y su posterior confiscación con sendos prevaricatos, consumaron sus MAS crueles planes dejando en la calle centenares de familias que por décadas trabajaron su propiedad y sus herencias, hoy la muda realidad y la mas sorda respuesta, solo tragedia y mucho dolor.
Pero no podemos dejar pasar los viajes de aviones llenos de carne del Beni hacia Santa Cruz y La Paz de la Ministra Susana Rivero, que combatía la supuesta subida de precio de la carne, con aviones y precios subvencionados, todo una trama montada por el populismo de turno, huelgas de carniceros dirigidas por el gobierno y premiada con millones de dólares para compra de frigoríficos. Juicios de toda materia a las instituciones como FEGASACRUZ, FEGABENI, con la finalidad de generar una insolvencia, todo orquestado desde el mismo Palacio de Gobierno.
Pérdida de mercados, pérdida de competitividad, aumento del riesgo, reducción de la frontera agrícola, desincentivo a la diversificación, abandono a la toma de créditos, pérdida de miles de empleos, pérdida de oportunidades y de precios internacionales, en suma el fracaso, y con él la gran oportunidad para crear empresas estatales con millones de pérdidas y que provocan competencia desleal, con negociados incalculables, a través de importación de productos que se producen en el país y que se forzó su compra con ocultamientos y especulaciones. Las colas se volvieron la bolsa de cada día, el precio el tesoro mejor guardado y la venta con privilegios para los jerarcas del poder, nada al azar, todo dirigido por los asesores venezolanos expertos en generar este tipo de caos, para debilitar lo que ellos consideran sus adversarios políticos, el sector productivo, amenazando con la confiscación, o la cárcel.    
El tamaño de la propiedad fue usado en la aprobación de su Constitución, como el elemento de confrontación entre el oriente y el occidente, no importó la productividad, ni los volúmenes para hacer rentable la producción, peor la seguridad jurídica, todo por el camino del rencor y la envidia, motivados con spots y campañas millonarias de desinformación y después continuaron las prohibiciones de exportar, la ausencia de auxilios en plenas sequias e inundaciones por el efecto del niño y la niña, promesas incumplidas, MAS importaciones y a eso hay que agregarle la destrucción de las reservas y parques nacionales por parte de cocaleros furtivos, pero bien protegidos, que han ido generando verdaderos trastornos en el medio ambiente, todo en el MAS sórdido silencio.
Nunca será un delito producir alimentos para ganarse la vida, es una obligación del gobierno otorgar seguridad alimentaria, el hambre es el mayor enemigo del boliviano de hoy, el avasallamiento la acción del gobierno con sus militantes, la inseguridad jurídica el estatus buscado, el viejo discurso de décadas del 50 de los terratenientes y oligarcas, se agotan ante la falta de respuestas, la corrupción de las empresas importadoras son cada día mas evidente y se aprueban 1.200 millones MAS para continuar con ese voraz e insaciable mal del estatismo, la subvención, el privilegio, la burocracia, el precio oculto, el despilfarro de los millones que genera la venta del gas, todo a nombre del proceso de cambio y reiterados anuncios publicitarios de la producción nacional. 
En Bolivia hace 6 años el gobierno terminó con las políticas de exportaciones, vivimos un sistema de cupos, permisos, liberación de exportaciones, todo a través de Decretos Supremos, con una serie de requisitos y procedimientos que hacen imposible exportar. Uno de ellos es previamente asegurar el mercado interno, algo que determina el gobierno, en función de la coyuntura política, variable que ahuyenta al MAS temerario importador y no garantiza al MAS versado exportador. Esto es una historia repetida y busca en el fondo el control de precios en el mercado interno para los productos, que en el pasado eran exportados por MAS de un 90 %, no es el caso de la carne de res, que nunca se había exportado y el Gobierno demagógicamente prohibió su exportación, para efectuar una de las MAS cínicas campañas publicitarias anunciando que todo era para defender el bolsillo de los bolivianos, como la promesa de los tres millones de vaquillas después de las inundaciones en el Beni, que nunca se cumplieron, los pozos de agua en el Chaco que jamás se perforaron y los millones de dólares ofrecidos para créditos para enfrentar los desastres naturales que nunca se concretaron.
Nos preocupa sinceramente, que los anuncios y entregas hoy realizadas de los D.S. sean con el fin de controlar el precio de la carne en el mercado nacional, que a nuestro entender está impuesto  entre líneas, con un país con fiebre aftosa, instituciones politizadas, sin credibilidad técnica, lo peor sin ningún tipo de compromiso, en una total ausencia de políticas.
El tema del arroz tiene una temática diferente, todo se debe a que el Gobierno importó arroz y forzó a una baja del precio con el exceso de producto en el mercado, que vuelve inviable para el productor nacional venderlo, por eso las manifestaciones, bloqueos y otras medidas desesperadas ante la eminente perdida económica que puede conducir a la quiebra de miles. Otra vez el gobierno fijando precios en acuerdos por haber violado las reglas del mercado, la exportación de arroz y el maíz sigue el eterno circulo vicioso que le gobierno ha impuesto, donde la corrupción rige.
¿Hasta cuándo se va a seguir pensando que podemos seguir ganando tiempo? Un permiso de exportación no es un triunfo para un sector, hace pocos años era un derecho bien consagrado, los intereses de los MAS grandes no es el general. El estatismo es un cáncer que nos corroe, el miedo es un mal consejero, solo sobrevivir es una muerte en vida, la imaginación y lo sueños no pueden seguir encarcelados, los radicales no son los que creen en la libertad y por ultimo, lo secretos duran un abrir y cerrar de ojos.
Es momento de exigir respeto y demandar verdaderas políticas productivas, que incentiven y estimulen a toda la cadena productiva del país, que se concluyan la construcción de los corredores de exportación, que se desarrollen verdaderas acciones de atracción de capitales, que se promueva y garantice la inversión nacional y extranjeras, que la producción nacional sea una prioridad, que se implementen de inmediato políticas de apoyo directos a los indígenas para que hagan producir sus tierras, que se cumpla con el respeto a la propiedad privada, que se acabe con los negociados y la creación de empresas importadoras de productos que producimos los bolivianos, que se implementen verdaderas políticas crediticias para todos los que se ganan la vida trabajando en el campo, que el seguro agropecuario deje de ser una herramienta política. Por la Bolivia que todos queremos, sin hambre y produciendo en paz.

Precios y beneficios libres elevarán al máximo la producción y remediarán la escasez con mayor rapidez que ningún otro sistema. Los precios y beneficios arbitrariamente fijados sólo pueden prolongar la escasez y reducir no sólo la producción, sino también el número de empleos. (Henry Hazlitt)

Guido  Náyar Parada
      

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