miércoles, 18 de febrero de 2015

Los sicarios de Evo

Los sicarios de Evo
 firman condenas para quedar libres y exculpar a sus jefes

El MAS recurre a otro vil crimen. Ordena a sus sicarios se declaren culpables, con el fin de tener una coartada para que los "libre de la justicia internacional" que pende sobre todos ellos. Las ejecuciones extrajudiciales perpetradas en el hotel Las Américas, son la prueba irrefutable que el gobierno de Evo esta con la manos manchadas de sangre y que solo ostentando el poder los libra del presidio, por el momento.

Ignacio Villa Vargas (Alias El viejo)

Desesperado, el masista que funge de Fiscal General, ha salido pegando alaridos de felicidad, después de haber logrado una vez MAS someter a uno de sus fieles sicarios. No ha dudado en espetar a la opinión pública el cuento completo, que existió un caso de separatismo, que hay que condenar a todos los enemigos y cómplices del régimen lo antes posible. Pues le han vendido a Evo que su orden de ejecución quedaría justificada con toda la parodia judicial y MAS extorsiones.

A 56 días de cumplirse 6 años de las ejecuciones y un tiempo similar del "proceso". No solo se han vencido todos los plazos procesales, sin competencia ni jurisdicción, con el acusador (Ex fiscal Soza) prófugo por múltiples delitos, un tribunal pagado por el Ministerio de Gobierno y un juez sometido al poder político, el juicio no solo ha deambulado por buena parte del país. El tiempo y la verdad se han encargado de ir desmontando cada una de las mentiras, develando los pactos secretos y dando a conocer a la opinión pública las pruebas irrefutables del macabro montaje. Vídeos fidedignos, documentos probatorios, confesiones, investigaciones, descubrimientos de extorsiones, todo tipo de abusos, chantajes, sobornos, persecuciones, lista de autores, cómplices y encubridores, hoy las conoce el soberano.
 
A nadie le queda duda, el MAS preparó y ejecutó el montaje, asesinando para criminalizar la lucha autonómica y terminar con la real opción de poder que florecía en el Oriente y se expandía al resto de Bolivia. Pactó con la rosca cruceña, aprovechándose de conocer que ésta se había robado los aportes para la autonomía y la defensa de Santa Cruz. Diseñó una hoja crítica, persiguiendo a los principales líderes y reales opositores al régimen. Recurriendo una vez MAS a la acusación de separatismo, con el fin de tocar las fibras nacionalistas de los bolivianos y la solidaridad de los países vecinos. Todo para perpetuarse en el poder e imponer su coca ilegal, materia prima del narcotráfico. Utilizando la bonanza económica, con el despilfarro de bonos que compran votos y con MAS centralismo.

Ignacio Villa Vargas (Alias El Viejo) un sicario de Evo, contratado por Luis Clavijo para que integre el grupo que armó el gobierno a la cabeza de Rózsa. Con el fin de ejecutar el mayor terrorismo de Estado en el siglo XXI y terminar con el proceso autonómico.

Villa vargas, Rózsa y el Cap. Andrade en Cotoca

Fue desde el primer momento un estrecho colaborador de Rozsa, siendo su domicilio en la ciudad de Cotoca la sede de las reuniones y churrascos cuyas fotografías terminaron por develar toda la trama y el montaje. Donde se aprecia inequívocamente a Rózsa y a su lado su verdugo el Cap. Andrade. Un policía con antecedentes criminales, que termina de sicario en el triple asesinato del hotel Las Américas y vive protegido e impune por el MAS.

En el desarrollo del montaje, el Viejo ha pasado de integrante de la banda de infiltrados, a chófer de Rózsa, a informante de Clavijo. Después de los crímenes, detenido por el gobierno y convertido en el testigo clave. Con el fin de usarlo como el principal acusador, a los que le señalaba el Gobierno y las declaraciones ampliatorias que le hacía firmar el exfiscal Soza, para luego volverlo  prófugo. Sin antes ser trasladado a la frontera con Argentina por Carlos Núñez del Prado y sobornado con 35 mil dólares para que huya y no vuelva MAS.
Con las acusaciones de El Viejo, el ex fiscal Soza armó la mayor canallada, para luego dar paso a las millonarias extorsiones ejecutadas por los abogados del ministerio del Gobierno, fiscales de confianza, jueces, militantes y candidatos del MAS. Dando paso al sicariato judicial, asesinando miles de derechos y libertades.

Villa Vargas vuelve a Santa Cruz, con el cuento que Carlos Núñez del Prado le entregó el dinero del soborno y luego se lo quitó. Sin dinero y aquejado por su diabetes, envuelto en una ola de misterio fue detenido por la inteligencia del Gobierno.

                            Villa Vargas recibiendo 35 mil dolares de Núñez del Prado

Desde entonces ha confesado en cientos de oportunidades sus delitos cometidos por encargo del Gobierno. Ha señalado cada uno de sus cómplices y hasta ha pedido perdón al Cardenal por ser parte del grupo irregular del Estado que puso la bomba en su casa. Señalando una vez MAS a sus cómplices y autores del atentado que dio origen al triple crimen. Otra mentira del Gobierno para culpar a sus sicarios y argumentar que eran peligrosos, que hubo intercambio de fuego y fueron ejecutados solo los blancos del grupo UTARC. Que entrenó el Gobierno con tiempo para cometer el delito delesa humanidad, que son las ejecuciones forzadas.

Siguiendo su libreto criminal, el MAS ha doblegado a punta de atentados, extorsiones, agresiones, abusos de poder y manipulación de la Fiscalía, el Poder Judicial, que todos sus sicarios se declaren culpables y así ellos desarrollar millonarias campañas en los medios de comunicación para seguir ganando tiempo y mantener el poder autoritario y criminal que hoy ejercen.

Villa Vargas alias El viejo ha sido el último y el primero de caso terrorismo, de los que por el momento se han declarado culpable de un delito por el cual lo contrató como sicario el propio Gobierno.  Días antes los sicarios judiciales Isabelino Gómez, exfiscal de distrito de Santa Cruz; Edward Mollinedo, exfiscal de La Paz, y Fernando Rivera, exasesor jurídico del Ministerio de Gobierno, se declararon culpables. MAS Gustavo Céspedes, Miguel Gutiérrez y Cory Balcázar fueron a juicio abreviado y se los condenó a tres años de cárcel. Como recibieron la pena mínima, lograron recuperar su libertad.

Esto prueba y ratifica todo el montaje del Gobierno, sus crímines identifican a cada uno de sus sicarios. Declararse culpable es la orden, estar en la cárcel ha sido el medio, las penas mínimas y su libertad el fin. El trato satánico del MAS está siendo implementado y los sicarios gubernamentales salen libres, con el fin de hundir a los inocentes y quedarse con sus bienes y haciendas. Muerte, corrupción, impunidad y MAS injusticia es la marca indeleble del proceso de cambio.

Mientras Costas y Percy, cómplices cruceños en todo el montaje, alistan sus mejores galas para perpetuarse en sus cargos. Claro con el apoyo del MAS y la cobertura de su Constitución. Que ha servido para reelegirse y secuestrar el proceso autonómico.
Los abusos, aun en el estado más sólido, son minas sordas que tarde o temprano estallan. 
  

Guido Nayar Parada
      
     

       


   
   




                           



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