EVO SOLO MAS SHOW, CON LA TERRIBLE INSEGURIDAD
Las dos naves operarán desde los hangares que tienen la FAB
Carlos Romero Ministro de
Gobierno, esconde tras un centenar de fracasados planes de seguridad, los MAS
horrendos crímenes contra una población que vive en la mayor indefensión, donde
reina la impunidad y el delito.
En
Santa Cruz el pasado 15 de mayo, un equipo del canal Cadena A
filmó la fuga de los autores de un atraco hasta que la Policía apresó a un
colombiano. A raíz del caso, la Felcc arrestó a cuatro sujetos de
la misma banda.
Un delincuente asaltó a una mujer frente al cine teatro René Moreno. La despojó de Bs
450.000 y abordó una motocicleta conducida por su cómplice, que emprendió la
fuga sorteando el caótico tráfico vehicular con cierta facilidad en el centro
de la capital cruceña. Sin embargo, los ladrones no contaron con un decidido
equipo de reporteros de la red televisiva Cadena A qué pasaba casualmente por
el lugar y los persiguió durante varias cuadras, hasta que la Policía, que
mantenía contacto con los periodistas sobre la persecución, atrapó a uno de los
autores del atraco y recuperó el dinero robado.
El asaltante en cuestión es
colombiano. Fue llevado a la Felcc, donde supuestamente reveló que integrantes
de su banda planificaban otros golpes en la capital cruceña.
En el reconocimiento público
se conoció que estos avezados hampones, venían cometiendo secuestros, MAS
asaltos, asesinatos y demás delitos. La
noticia duró muy poco, sólo para que la policía detenga algunos miembros MAS.
Lo que el pueblo no sabe,
que desde ese momento comenzó el peor de los calvarios para la víctima de tan terrible robo. Primero.- La policía hasta hoy no devuelve los 450 mil bolivianos y
le sobran motivos para seguir quedándoselos. Segundo.- El empresario ha sido amenazado por los colombianos
detenidos, que van a asesinar a su familia si formaliza la denuncia contra ellos. Tercero.- La policía le ha sugerido al
empresario boliviano que negocie con los delincuentes colombianos, pues ellos
son muy peligrosos. Cuarto. El hombre
desesperado no sabe qué hacer, por un lado una policía que está a punto de
quedarse con los 450 mil bolivianos, su familia y el mismo amenazados de muerte. Por el otro, no existe ninguna autoridad departamental, peor nacional que le
brinde la necesaria y obligatoria seguridad ciudadana, que sólo sirve para hacer show. AUNQUE USTED NO LO CREA
El policía se acercó inadecuadamente al sospechoso, que estaba armado y con el botín
Todo se mantiene en el MAS sórdido
secreto. Esta es la realidad que azota sin piedad a los ciudadanos de un país,
donde la seguridad es un recuerdo y los derechos un mero enunciado, que repiten
las autoridades en campaña para su Ree-eleccion, por tercera vez.
Un
gobierno empecinado en perpetuarse en el poder,
una policía cooptada por la política oficialista y varios de sus miembros son
parte de las diferentes bandas y organizaciones criminales que se campean,
cometiendo toda clase de fechorías y crimines.
Una
gobernación, que renunció a luchar por los derechos de sus votantes y
entró en el juego perverso de MAS planes y declaraciones pomposas, que siempre
terminan en la nada. Cumbres y mini cumbres, seguidas de reuniones y nuevos
planes.
El
pueblo boliviano está esclavizado en buena parte por el
delito. Los secuestros que se dan a diario
en todo el territorio nacional, no solo por la repetida cantaleta de ajuste de
cuentas, que usa la policía para desprestigiar a las víctimas de varios delitos
que desconoce sus causas. En otros casos para señalarlos como personas indeseables,
que no merecen ninguna preocupación de la opinión pública. Pero el secuestro ha
proliferado en todas sus formas y cada vez son MAS frecuentes y con MAS saña. Yo
estoy en condiciones de afirmar, que está en camino de una verdadera industria del terror. Donde nadie está a salvo y todos los ciudadanos tienen un precio.
El
sicariato, es el pan de cada día y sobrepasó la
exclusividad del narcotráfico. Los robos, asaltos agravados, son sangrientos y
terminan en la mayoría de los casos en muertes. Las cámaras públicas y privadas
instaladas en negocios, han registrados los peores crímenes. Sólo el dolor, el
miedo y la desesperación van apoderándose de una población, que cada vez que
puede construye muros más altos y rodeados de cables eléctricos. Nuestras ciudades
están llenas de fortalezas y las calles se han convertido en tierra de nadie,
las cárceles hacinadas terminan por configurar el sombrío presente. Solo el
gobierno continúa apostando a la manipulación mediática, con su incalculable
cantidad de medios de comunicación y el incalculable presupuesto publicitario,
que todos terminan por sucumbir.
Hoy
fueron helicópteros, ayer unos cuantos vehículos, antes de ayer un contingente
policial trasladado en avión y el delito continúan
destruyendo la vida, vistiendo de luto una libertad que sólo huele a cirios. La
democracia dejó de ser el imperio de la ley, transformada en un mero acto
electoral que sólo sus resultados son respetados si favorecen al partido de
gobierno.
El
silencio de los buenos, es una sentencia
de muerte. El mantenerse callados no ha solucionado nada, el miedo es
parte del sistema que hoy gobierna. Las
bandas de delincuentes internacionales han tomado buena parte del país y sus integrantes son varios, cientos. Los cárteles operan con la complicidad de un gobierno que
sólo repite que no existen, para fines politiqueros.
Termino por donde empecé,
que todo hace pensar que la policía solo está dedicada a temas políticos y sus
altos mandos buscando a diario el mantenerse en sus cargos. El mandato
constitucional de proteger la vida, es una violación MAS de nuestra carta magna.
Señor
Romero, le va tocar parte de los 450 mil bolivianos que la policía no
devuelve? ¿Los delincuentes colombianos van a seguir sometiendo al pueblo? ¿Cuántos secuestros van? ¿Pararan algún día? ¿Conocen el número de extranjeros
dedicados al crimen? ¿Cuánto tiempo MAS piensan seguir engañando al pueblo y
manipulando las verdaderas estadísticas del delito? La sangrienta y dolorosa
realidad no aguanta MAS mentiras. Los cuerpos inertes de los bolivianos
asesinados de día o de noche, no pueden, no deben ser MAS ocultados.
Nada va a cambiar si mantienes
tu indiferencia y continúas pensando que el problema se arreglará, escondido en
tu casa. Que el vecino va a hacer algo. La indignación, nuestro dolor y nuestro
propio miedo debe ser el medio conductor de nuestra lucha, por la vida, por la
libertad y por el presente que nos pertenece y nadie ni nada no los debe
arrebatar. BOLIVIA SOMOS TODOS!!!
GUIDO NÁYAR PARADA