jueves, 9 de mayo de 2013

Las vacas gordas


Las vacas gordas

Editorial del periódico El Deber
9 de mayo 2013





El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de recomendar al gobierno de Bolivia que tome previsiones y no crea que los actuales precios altos de las materias primas de exportación o commodities vayan a durar eternamente. El organismo sugirió, en reciente informe, que se redoblen las defensas macroeconómicas en un momento en el que se espera un crecimiento regional del 3,4% para 2013 y del 3,9% para 2014, estimulado por la abundancia del financiamiento y la robusta demanda de las materias primas.

El consejo podría sonar a verdad de Perogrullo, en vista de que todos saben que los precios de las materias primas obedecen a ciclos de alta y baja demanda, que provoca altos y bajos precios. Es bíblico el concepto de que se debe acumular en tiempos de vacas gordas para cuando lleguen los tiempos de vacas flacas. Un principio que debe aplicarse en la economía de las familias y de los Estados.


La frase más elocuente del consejo del FMI dice: “El desafío para muchos países en la región es aprovechar el escenario actual para rellenar sus arcas y sentar las bases para un crecimiento más robusto e inclusivo”. Traducido, esto dice, por ejemplo, que si el precio del gas natural está alto, habría que usar muy bien los ingresos que produce pero también habría que privilegiar el uso del energético en actividades que den al país un “crecimiento más robusto y sostenido”.
Dicho para la actualidad boliviana, esto alude directamente al proyecto siderúrgico del Mutún. Desarrollar ese yacimiento con el uso de todo el gas natural que necesite daría a Bolivia una situación económica robusta y sostenida.


Exportar el gas como prioridad nacional, porque ello ayuda a que se financien programas de gasto público, generalmente destinados a sueldos y salarios de una burocracia creciente, es un error.
En estos días de tensión sindical, el Gobierno ha admitido que el equilibrio de rendimiento de la mina Huanuni es muy delicado y podría entrar en crisis. La mina tenía 700 obreros y el Gobierno decidió en 2008 contratar a 4.000 más.
Con el precio del estaño en 12 dólares por libra fina eso se podía sostener, pero con el precio en 9 dólares, es insostenible, sobre todo con semejante cantidad de obreros. Los analistas y columnistas que el Gobierno ahora condena han estado repitiendo estos conceptos, pero no han sido tomados en cuenta.

Quizá ahora, que lo dice el FMI, las autoridades del Gobierno tomen en cuenta el antiquísimo concepto de las vacas gordas y las vacas flacas. Un gobierno que sólo ha sabido de vaca

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