viernes, 10 de febrero de 2012

EL FIN,(PODER) JUSTIFICA LOS MEDIOS (COCA)

“EL FIN, (PODER)
JUSTIFICA LOS MEDIOS” (COCA)

La política latinoamericana en las últimas décadas ha tenido un sorprendente giro con el pragmatismo económico, desplazando lo ideológico y ponderando casi con exclusividad los medios que se usan para alcanzar sus objetivos, en la mayoría de los casos sin ética y violando la ley. Solo recuerdos de los movimientos que eran inspirados por reales reivindicaciones humanas y sociales, sean de derecha o de izquierda. La política cambió tan vertiginosamente que solo el populismo ha tenido la voracidad para hacerse con el poder, confundiendo por un tiempo a millones de personas con discursos indigenistas y defensores de las grandes mayorías. Han concretado apoyos muy importantes de las clases empobrecidas, que se han sentido comprendidas y en cierta forma atendidas con políticas asistencialistas, expresadas por bonos y un millonario despliegue mediático, todo centrado en el corto plazo, y la casi histérica actividad política del líder, que trabaja supuestamente MÁS de lo humano, que la dinámica se paraliza a su paso, una suerte de inmortal predestinado al mando del Estado. Todo bien estudiado, con inimaginables presupuestos donde el jefe es el centro de todo el poder y nadie MÁS.  Pero el destino con sus indescifrables mensajes se ha encargado en desmontar y poner en evidencia que son humanos y tan débiles, como cualquier mortal.
Atrás quedaron el final de la segunda guerra mundial, el incido de la guerra fría y con ella la era de la belicosidad ideológica, provocando guerras, financiando grupos revolucionarios, todo por la hegemonía mundial, los aliados de ayer se convirtieron en los enemigos de hoy en una trama de muerte y destrucción. La caída del muro de Berlín acentuó la conformación de los bloques económicos, la redefinición de los intereses estratégicos, fundamentalmente por la energía que fueron marcando los eventos internacionales y los nuevos paradigmas del poder mundial  que hoy desembocan en la primavera árabe.
Al mismo tiempo en que son derrocadas añejas dictaduras, en AMERICA LATINA  se religen sin cesar, los MÁS inmorales y fraudulentos regímenes que al grito de patria o muerte vienen dilapidando el presente y destruyendo el futuro, con la herramienta MÁS poderosa: la DROGA.
En 1964 se conformó las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo o FARC-EP es un grupo guerrillero que se autoproclama marxista-leninista. En su momento por el control de ciertas zonas, los gobiernos de entonces acusaron de conformar republiquetas a las guerrillas comunistas, considerándolas separatistas para apelar al patriotismo de los colombianos en su contra. El  financiamiento de este irregular grupo empezó con el robo de ganado y después con los ingresos del pagos de rescates de sus victimas del secuestro, pero en las últimas décadas su principal ingreso, el 78% es el  impuesto al gramaje,  el cual es pagado por cada gramo producido por los campesinos cocaleros y grupos narcotraficantes. Según algunos expertos, la extensión de los campos de coca algo muy necesario para la economía de las FARC, causa daños irreparables en el medio ambiente y unos 1000 millones de dólares anuales. Concluyendo que el extremismo ideológico hoy tiene como fundamental financiador la COCA.  
En la década de los 70, en Bolivia se empezó a formar una nueva zona de producción de hoja coca, con el apoyo de un incipiente narcotráfico, el cual se vio potenciado en los años 80 y “masificando” con una buena parte de los integrantes de la marcha por la vida de 1982, que desafectados de la minería en ruinas e incentivados por el negocio creciente del narcotráfico, no repararon en multiplicar por miles los productores de la materia prima de la cocaína, con un ingrediente político de izquierda y una organización sindical tradicionalmente vertical, se fusionaron para dar origen al nuevo poder emergente, al principio dominada por jefes y capos, que fueron cayendo uno a uno, hasta que la organización política nació y tomo el control.
El segundo productor de hoja de coca en el mundo Perú, ha tenido altibajos en sus políticas de combate al delito, esta ambivalencia ha sido aprovecha por dirigentes cocaleros para generar una gran resistencia a la erradicación de los cocales, para nadie es desconocido que dirigentes del sector se han coludidos para no solo intercambiar formas de resistir a la erradicación , sino han ido mas allá, en gestar verdaderas revueltas con muertos y heridos, estos grupos siempre identificados con el socialismo del siglo XXI, nucleados han desarrollado la otra parte del plan, la toma del poder, que con el nuevo régimen se ha concretado dando el golpe de gracia al anunciar a los pocos días el fin de la erradicación.
Si sumamos la decisión del Ecuador, que puso fin a un contrato de arrendamiento EE.UU. en lo que entonces era la única base aérea de EE.UU. en América del Sur, un puesto de control crítico para el contrabando de drogas en el aire. La retorica Venezolana y sus claros nexos con las FARC y las implicancias de altos jefes militares con el narcotráfico, que últimamente se han visto reforzados con nombramientos de personas en su gabinete tan cuestionados, narcotraficantes que han denunciado su relación con el régimen, marcan el panorama de pie a cabeza. Todos estos procesos y conjunto decisiones políticas rearticuladas han contribuido decididamente al buscado descontrol del narcotráfico, que no cesa un solo día, hoy la producción de hoja coca, la comercialización y el tráfico de droga tiene un nuevo propósito, incorporando mas países al transito y nuevos destino, ampliando la corrupción, la muerte y  millones de enfermo por adición.  
El extremismo esta con la COCA y el socialismo del siglo XXI esta por la coca, no existe otra interpretación, pues en su mayor parte se financia con los dólares del imperio para el cual todos los días existe una nueva acusación, pero jamás referida a la destrucción total de la materia prima, al exterminio del tráfico de drogas, a la promulgación de verdaderas políticas integrales contra el narcotráfico, todo lo contrario es lo que sucede, coca- política- narcotráfico están mas activas y en una verdadera colusión. Sin este delito de lesa humanidad, no se jugaría con los presupuestos,  desarrollando verdaderas economías negras, buscan consolidar partidos políticos a cambio de más tierra para nuevos cocaleros, tener un discurso crítico impregnado de destrucción. Lo que vive Colombia con la FRAC, esta siendo replicado desde el poder en estos países.
Nadie puede negar el incumplimiento de la comunidad internacional, la responsabilidad compartida fue abandona, las guerras por el petróleo desplazaron la lucha contra las drogas en esta parte del mundo, fueron abandonando sus deberes y traicionado sus esfuerzos, su retiro fue evidente, su abandono bochornoso y su desinterés rayo en la complicidad,  así se puso fin a una etapa de significativos avances y provoca al mismo tiempo la aparición del oportunismo político con consecuencias insospechadas para el futuro de las naciones latinoamericanas. Una OEA insensible a los miles de perseguidos y exilados que esperan una respuesta que jamás llegará, una ONU timorata mientras se violan los derechos de los pueblos indígenas y desaparecen los derechos civiles. El diabólico cambio de matriz, coca por alimentos, narcotráfico por producción y el aumento de los cocales por la depredación del bosque, han llevado a  la condena de millones de vidas presas del delito, son la marca indeleble de los regímenes socialistas que hoy reinan.  ¿QUÉ TENDRA QUE PASAR MÁS?


GUIDO NÁYAR PARADA
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario