viernes, 24 de febrero de 2012

PUZZLE DEL ACULLICO

PUZZLE DEL ACULLICO

Plantaciones de hoja de coca en los Yungas de La Paz  legales

12 al 16 de marzo en Viena se realizará el foro mundial contra los estupefacientes, donde 184 países y sus representantes discutirán los avances en la lucha contra las drogas.
Los representantes del Estado Boliviano hace un buen tiempo, vienen desarrollando una campaña que no solo tiene el objetivo de confundir al mismo pueblo, sino generar la mayor distracción posible para seguir incumpliendo la ley 1008 y lo que manda la convención sobre la materia.
El artículo 49 de la norma, que fue aprobada en 1961, indica que “la masticación de la hoja de coca quedará prohibida dentro de los 25 años siguientes a la entrada en vigor de la Convención”. Entre tanto, el artículo 14 de la Convención aprobada en 1988, señala que se adoptarán medidas adecuadas para evitar el cultivo ilícito de las plantas que contengan estupefacientes, tales como los arbustos de coca, pero respetando “los usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la evidencia histórica”.
En nuestro país, el carácter sagrado de la hoja es una versión referida al uso que le daba el INCA solo para sus guerreros, el otro ligado también a la sangre, fue el medio de explotar a los indígenas de los conquistadores en las minas hasta la muerte. Todo lo demás corresponde al anecdotario popular y a la justificación fácil que ha venido usando los productores de la materia prima del narcotráfico.
En nuestra época la hoja de coca, es usada por costumbre, para ahuyentar el hambre, el sueño, o por vicio, siendo cierto la masticación en todo el territorio nacional, dejando de estar reducido al occidente, la migración y su fácil acceso ha contagiado sin distinción de ninguna naturaleza, sin olvidar que las nuevas generaciones han abandonado este hábito antiestético, resaltando que la disminución de la pobreza es el mejor antídoto.
Las plantaciones de coca en Bolivia son clasificadas por la norma en legales o ancestrales, ilegales nuevas o excedentarias. Las primeras están y estuvieron ubicadas en los Yungas en el Departamento de La Paz, la ley 1008 promulgada a mediados de los años ochenta, establece el límite de 12.000 hectáreas legales, todos los demás sembradíos en Bolivia son ilegales, incluyendo los de los yungas que están fuera de los limites establecidos, los cocales del Chapare siempre fueron nuevos y excedentarios, por ende la ley manda a erradicar todos.
Por ello la masticación de la hoja (acullico) desde hace algunos años esta siendo usado con fines inconfesables y un mar de mentiras. Primero, solo la hoja de coca de los Yungas es consumida en la masticación, la hoja de coca del Chapare nunca fue consumida en el acullico.

Deforestacion para plantaciones ilegales en el CHAPARE

Segundo, hay una oscura intención de equiparar ambas hojas, las cuales son totalmente diferentes desde la ley, el uso y sobre todo el fin. Justificar los sembradíos del Chapare ha sido uno de los fines de Evo Morales y los ideólogos de la formación del Chapare en los años setenta y la masificación en los años ochenta, que es el narcotráfico. Desde hace seis años, se multiplica sin ningún control solo la sistemática destrucción de parques y reservas, son las victimas de tamaño crimen contra la naturaleza, los miles de bolivianos que caen presos, todos los días en diferentes terminales del mundo y la muerte aliado connatural al delito de lesa humanidad, cobra su parte en vendettas y asesinatos del terrible circulo coca cocaína. Tercero, los argumentos usados hasta el cansancio como la costumbre, la pobreza, la falta de empleo, el uso medicinal, el campesino y el cocalero, han justificado cada uno a su tiempo marchas, bloqueos, todo tipo de agresiones, abusos contra pueblo a centrales y la estructuración de un partido político sin ideología, pero con el interés mas poderoso: los dólares. Este el motivo central de toda esta parodia, desplegada con todas la connotaciones sociales, políticas e internacionales.
La últimas maniobras, como expulsar a las agencias internacionales que luchan contra las drogas, terminar con la confiabilidad de las estadísticas e información sobre las plantaciones de coca, planes de interdicción con un solo pilar, combatir los narcotraficantes, persecución a todos aquellos cuidadnos que han combatido el delito, desarticulación de las fuerzas represoras, cocaleros en posiciones de poder en la supuesta lucha, arremetidas para habilitar nuevas zonas de siembra, omisión con el avasallamiento de áreas protegida y retiro del país de la convención de Viena, completa el escenario de la incertidumbre buscada y de impunidad logrado, donde la hoja e coca ilegal reina.
¿Qué buscan con la anunciada solicitud de retorno a la convención y con la reserva tan publicitada? No perder la cooperación externa, tanto directa a la lucha contra las drogas, como la cooperación indirecta que es la millonaria y la otorga los organismos internacionales de financiamiento y evitar con su perdida una verdadera descertificación en los hechos, postergando los millonarios prestamos que han anunciado últimamente tanto el Banco Mundial, como el Banco Interamericano. La pérdida de la preferencia arancelaria al mercado norteamericano provocó daños irreparables en la economía y en el poco empleo formal en el Alto de La Paz, los trabajadores, los empresarios fueron sacrificados por MAS coca, volviendo a culpar a los gringos y anunciando con mucha pompa a Chávez como remplazo, algo que en la vida real es totalmente diferente a los discursos. Millones de bolivianos pueden verse en el corto plazo, afectados por la defensa de la coca ilegal, donde solo se beneficia a unos pocos que hoy se benefician con el delito, la destrucción y el negocio maldito del narcotráfico.
Para encerar este rompecabezas, el pasado 23 de febrero se anunciaba que el gobierno ha conformado una comisión integrada por cocaleros de los Yungas y del Chapare, volviendo a equiparar las plantaciones de coca a través de sus representantes, violando la ley 1008, buscando justificar la coca que ya debería haber sido erradicada en su totalidad. Los estudios han demostrado que la masticación de coca en el país ha caído ostensiblemente, que no existe ningún argumento para justificar la coca ilegal, pese a la millonaria inversión en empresas estatales que justifiquen los múltiples usos de la hoja de coca, como panetones navideños y otros anuncios publicitarios sin ninguna repercusión. Hoy el gobierno se agarra desesperadamente de la ley 1008 que establece la cantidad señalada para los usos tradicionales, siendo que el plazo que se acordó en la convención ya venció el año 2001, poniendo en riego por el incumplimiento las hectáreas legales, contaminadas por el delito del incumplimiento, atrapada por la creciente coca ilegal, pero sobre todo por unos pocos que hoy imponen a fuerza de mentiras, abusos y racismo. El mayor impulso a la siembra ilegal de la hoja de coca en la historia del país, solo comparable con los años ochenta en plena dictadura Garciamesista.
El  mundo no puede, no debe seguir dando la espalda a una realidad que crece como la mayor enredadera destructora de la vida y la naturaleza, no se puede seguir estudiando lo que se conoce desde hace décadas, que todos conocemos que hoy se busca agrandar el mal para que en el mañana sea imposible erradicarlo, que seis años es mucho tiempo para una enfermedad terminal y que la politización ha sido la forma para justificar el peor de los delitos.
Los bolivianos desconocen que hoy existen MAS de 19.000 has. en los Yungas y MAS 35.000 has. en el Chapare y MAS 6.000 has. en el Parque Amboró y la Reserva del Choré. Estimando en unos 2.000 millones de dólares año el movimiento económico del trafico de drogas.
      
GUIDO NAYAR PARADA


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