martes, 22 de octubre de 2013

Evo protege la coca del Chapare y ataca los Yungas


Evo protege la coca del Chapare y ataca los Yungas

Las alarmas se prendieron, el caso de mayor desvío de hoja de coca al narcotráfico se había salido de control, quedando al descubierto la verdadera política del MAS. Viéndose en la urgente necesidad de detener a nada menos que el segundo hombre abordo de las estructuras masistas del Chapare, Luis Cutipa.
En un acto de abierta provocación a los cocaleros de los Yungas, el gobierno logró una confrontación MAS. Donde la muerte era una posibilidad real, erradicar coca sin tener un operativo estudiado, con dispositivo de seguridad disuasivo, es un verdadero acto criminal. Con semejante improvisación, sólo cabe la responsabilidad del Ministerio de Gobierno y todo lo demás sale sobrando.  
La muerte en este gobierno es y ha sido usada para lograr sus inconfesables fines.

Los hermanos de ayer, son los narcos de hoy. Cierran fronteras con el fin de detener delincuentes peruanos, MAS engaños y nuevas estratagemas. Cuatro muertos y MAS heridos serán suficiente para tapar y distraer una opinión pública cada vez MAS incrédula, con la "supuesta lucha contra los narcos" y los delictivos métodos de una erradicación sin resultados, son parte de la  década perdida.
La ley 1008 es muy clara, al establecer que deben existir 12.000 hectáreas legales de hoja de coca, las mismas que su ubicación es en los Yungas del departamento de La Paz y se acompaña los mapas y coordenadas pertinentes. Además, precisa la hoja de coca ancestral y la excedentaria o nueva, esta última debe ser erradicada.
En otras palabras, las 12.000 hectáreas de los Yungas son las únicas legales.  Se estiman que existen MAS de 7.000 hectáreas excedentarias y nuevas en los Yungas. Lo cual es resultado de la irresponsable y delictiva política del gobierno, en la que Evo Morales basó su campaña con el fin de conseguir apoyo y justificación. Apoyo para su proyecto político y justificación para exigir la no erradicación de la coca excedentaria frente a los gobiernos de turno.
En el Chapare toda la coca es excedentaria, por tanto es ilegal y la ley 1008 manda a ser erradicada. Se estima que superan las 40.000 hectáreas en la actualidad. La diferencia entre la hoja de coca de los Yungas y del Chapare es de ley y también de uso. Teniendo todos los medios de pruebas para afirmar que la hoja de coca del Chapare va al narcotráfico y la excedentaria de los Yungas también.  Por ende deberían estar erradicadas, lo que en casi 8 años de gobierno de Evo su crecimiento ha sido exponencial y su poca erradicación está dirigida a sus opositores y enemigos políticos. Con estadísticas falsas y supuestos logros que sirven para cubrir la demanda de los medios internacionales y un discurso vacío, donde la realidad es muy diferente a lo que se dice y afirma.
Lo que hoy está en cuestión, son las muertes y los heridos en la población en Apolo. Sus asesinos y los responsables de haber ordenado entrar a erradicar, en una zona donde el MAS, partido de gobierno en la última década, alentó la siembra de coca ilegal y garantizó su comercialización.
Los dirigentes cocaleros de los Yungas, son hoy el blanco de los intereses del MAS. Solo Evo tiene el mando para dar una orden de erradicar y el Ministro, con la policía ven el momento y la conveniencia. Pues no hay donde perderse, solo quedando pendiente conocer cuáles fueron los "argumentos" que llevaron al gobierno a cometer tan siniestra o irresponsable acción.    
La fiscalización de la sociedad boliviana es un desafío, respecto al proceso contra Luis Cutipa, es la que no hay que perder de vista. Un caso de su magnitud obliga a las comisiones de la Asamblea a investigar sin pausa. Donde el carácter multipartidaria es esencial para su transparencia, ya que la fiscalía ha dado todos los indicios para deducir que la dirección de la investigación y la calificación de los delitos están dirigidos a temas administrativos y penales. Pero no de narcotráfico como manda la ley.
Evo y el MAS saben que si Cutipa habla, el fin estaría cerca. Por ello hoy, una vez MAS, Romero ha incrementado su deuda con la justicia, al llevar adelante tan criminal operativo. La Ministra Nemesia Achacollo y Suxo  continúan con el libreto usado en otros casos, denunciarlo y acusarlo de un delito diferente al cometido y buscar silenciarlo con acuerdo previo. Pero Cutipa no sólo que es inmensamente millonario, es un verdadero pez gordo, lleno de vinculación y posiciones de poder en las estructuras cocaleras del Chapare, que ha trabajado con todos y para todos. Siendo del círculo MAS íntimo de Evo. Su posición y conocimiento trae consigo una inagotable fuente de información, respecto a las actividades cocaleras en el verdadero mundo del narcotráfico y las implicaciones que esto conlleva.

La muerte trae dolor, también miedo y sobre todo confusión, los efectos que busca el gobierno en estos momentos. La sociedad boliviana puesta a prueba una vez MAS. Con un ministerio público cómplice, una justicia sometida, buena parte de los medios de comunicación oficialistas. Evo intenta ocultar otra vez, el pecado capital del MAS. Coca narcotráfico o muerte.

No hay camino que no tenga fin.          

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